Nuestro siguiente gran paso

Los humanos siempre hemos tenido un deseo innato de explorar más allá de los límites de la Tierra y la Luna. Lanzarnos al espacio exterior es el reto. Con ese fin, existen muchos desafíos tecnológicos, sociales y relacionados con la seguridad que están asociados con los viajes a la superficie lunar y la habitación en ella.

La luna es para la gente de hoy lo que el Nuevo Mundo fue para los europeos hace 600 años. Habían estado allí varias veces, pero les llevó tiempo reunir el coraje para enviar a la gente allí para que se quedara. Para colonizar la luna, la gente necesita agua. El problema principal es descubrir cómo los futuros residentes pueden obtener ese compuesto químico que es esencial para la existencia humana. Sin agua, no hay vida. La luna es un lugar muy seco. Es por eso que es difícil imaginar vivir allá.

H2O Lo más importante

El desafío es averiguar dónde está el agua y cómo extraerla. Por ello, tenemos que entender cómo llegó el agua a la luna, cuánto queda y qué tan difícil sería extraer agua para el consumo humano para un asentamiento.

Algo de agua se formó al mismo tiempo que se formó la luna, y está “atrapada” en sus minerales en cantidades diminutas. Es un concepto difícil de entender para quienes estamos acostumbrados a que el agua fluya libremente.

“Obtener agua de las rocas lunares implicaría calentarlas en un alambique, un proceso desalentador.”

El agua también vendría de los cometas que se han estrellado en la luna. Los cometas están hechos de hielo y el calor del impacto derrite el hielo. Parte del agua se conserva en “cráteres en sombra permanente” donde el sol no puede alcanzarla.

Una razón para la exploración espacial seria es la política global. Los estadounidenses pueden pensar que la luna es suya porque fueron los primeros en plantar una bandera en ella. No hay tal cosa, la posesión de la luna todavía está en juego.

Otra razón para la exploración espacial sería: si un asteroide golpeara la tierra, la gente podría sobrevivir temporalmente en la luna. El tipo de asteroide que mató a los dinosaurios. Si lees la literatura, es muy pragmática. Todos sabemos que EE. UU. y otros países monitorean los cielos. ¿Qué haríamos?

Una consideración clave en el desarrollo de una base en la luna es que todos los componentes deben ser entregados por una nave espacial, con las restricciones inherentes de tamaño y peso que esto presenta.

Otro son las condiciones ambientales para vivir y trabajar allí. Con esto en mente, la ubicación seleccionada para el pueblo está en el borde elevado de un cráter, el cráter Shackleton, en el polo sur lunar. Allí, hay un alto nivel de iluminación con los terrenos más altos con luz solar casi permanente y los períodos más largos de oscuridad, típicamente de 3 a 5 días. En otros lugares, los períodos de oscuridad serían más prolongados y los requisitos de control térmico para los sistemas habitables más exigentes debido a los cambios extremos de temperatura, desde 127 °C durante el día hasta -173 °C cuando el sol está a la sombra.

La ubicación también tiene otras ventajas. Una es una vista continua de la Tierra, pero lo más importante es el potencial de acceso a los depósitos de hielo de agua en las áreas permanentemente sombreadas de los cráteres cercanos que podrían proporcionar una fuente de agua lista como hemos dicho anteriormente.

La estructura de vida básica propuesta, denominada Habitat, consiste en un marco central rígido vertical con una cubierta multicapa inflable. Cuando se desplegara, proporcionaría una estructura de cuatro pisos, de forma aproximadamente elipsoidal, de unos 15,5 m de altura y 10,5 m de diámetro con un volumen presurizado de casi 700 m3.

Dentro de la estructura, el espacio se modularía para brindar alojamiento privado, cocina y comedor, trabajo, ejercicio, higiene y otras actividades.

El núcleo del funcionamiento de Habitat es la disponibilidad de energía. Su estructura externa podría proporcionar un espacio limitado para la energía solar fotovoltaica, pero con una salida máxima que probablemente no exceda alrededor de 1kW, sería inadecuado para vivir, aunque podría utilizarse durante el vuelo de transferencia y como respaldo. Por lo tanto, una planta de energía externa sería esencial.

Varios estudios han proporcionado un rango de estimaciones para los requisitos de energía desde una base de 10kW/persona hasta un consumo continuo de 60kW para un hábitat tripulado a plena potencia. Un desglose del subsistema para el Hábitat propuesto indica un requerimiento de energía promedio (incluyendo un margen del 20%) de 57kW durante el día y 60kW durante la noche.

Se hacen dos propuestas para una planta de energía lunar, utilizando energía solar fotovoltaica o fusión nuclear.

Colonizar la Luna para 2025

A partir de hoy la NASA ha postergado el empeño de colonizar la luna para no antes de 2025 y dependerá del pleno desarrollo del Programa Artemisa (Artemisa era hermana de Apolo en la mitología griega en clara alusión al programa Lunar de principios de los 70’s) Como el principal transporte de tripulación y carga a nuestro satélite natural.

Tarde o temprano nosotros como especie colonizaremos la luna. No hay forma de saber cómo se distribuirá la tierra, pero una cosa segura es que tarde o temprano habrá un negocio inmobiliario lunar y, como sucede aquí en la tierra, todo se reducirá a ubicación, ubicación, ubicación. Espero que todavía estemos aquí para beneficiarnos de ello.

Pero si te interesa invertir aquí en el planeta tierra, específicamente en la Riviera Maya ponte en contacto con nosotros. Estamos aquí para ayudarte.